La vida no se vive una vez, se vive eternamente

Carlos Costa

Corto corto largo, corto corto largo…
Corto corto largo, corto corto largo…

Padece Carlos Costa
una obsesión filósofa,
contrajo con su alma
un compromiso drástico:
no acepta cosa o meta
que no lleve hondo cántico.

En lucha no le achanta
ningún peso pesado.
Si tensa bien la cuerda,
si aferra firme el arco
es para que su flecha
no rebote en el blanco.

La música que toca
no precisa teatro,
ni máscaras, ni telas,
telones, talonarios, …
Solo viento y madera,
piedra y mortero, años.

Le da rigor al ritmo,
que no queda en lo clásico,
no lo relega a un ciclo
sordo, de fondo y básico.
Que sea la melodía,
que tenga todo El Canto.

Fue en busca del Origen,
de la primera mano.
Cadencia, compás, métrica, …
toda esa esencia mágica.
Nos lo trajo de vuelta:
gracia, tesoro y dádiva.

Su improvisación libre es
música emancipada,
poesía del momento,
creación espontánea,
tranquila o agitada
siempre free. Liberada.

Padece Carlos Costa
una obsesión filósofa
grave, visceral, mística;
de lucha, libro y cábala,
de noche, canto, amor,
de libertad, de búsqueda. 

Corto corto largo, corto corto largo…
Corto corto largo, corto corto largo….

Agustín P. Buenafuente

  • Door of No Return

    Una de las imágenes más fuertes y deseadas por mí, cuando comencé a tocar el contrabajo, después de muchos años con el bajo eléctrico, fue precisamente la de este proyecto, “mi proyecto”…”Door of no return”. Por muchos motivos, este nombre, de infame recuerdo para muchos africanos, tiene para mí un fuerte simbolismo y es un compromiso que tomo en mi música. No hay medias tintas. De mi primer concierto solo, recuerdo la imagen de mi contrabajo casi partido por la mitad, después de una caída…Sin que nadie lo supiera, crucé la puerta empujado hacia mi libertad.

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